En un rango de virtudes públicas, del 1 al 10. ud colocaría la Tolerancia en:

viernes, 20 de junio de 2008

EL RETO DE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI

Los grandes desafíos de la sociedad contemporánea se encuentran principalmente en el modo de garantizar la supervivencia de la especie. Cada día son más alarmantes las noticias respecto a guerras, conflictos, éxodos masivos, persecuciones, destierros colectivos y toda esa situación no hace sino hacer más urgente la tarea de formación que tienen los ciudadanos con respecto a las nuevas generaciones.

Es preciso que la formación sea integral y también perfeccionada con el uso de las herramientas tecnológicas pero además urge:
1. Promover el cultivo de las virtudes públicas
2. fortalecer el espíritu de la participación en los jóvenes.
3. Crear espacios de intercambio y de toma de decisiones para asuntos del interés de los jóvenes.
4. Promover la convivencia pacífica y los beneficios de la vida civilizada.

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Definiciones

Virtudes públicas son todo aquel conjunto de prácticas cuya presencia fortalece el proyecto de ciudadanía de una nación.
Entre ella tenemos en primer lugar: la Tolerancia.

La tolerancia se manifiesta en la comprensión que tenemos
de las diferencias de personalidad, formación e intereses
que tienen las demás personas. Por mucho tiempo fue una
expresión asociada a actitudes pasivas. Hoy se interpreta
la tolerancia como la actitud comprensiva mediada por el
respeto activo hacia el otro.

Siguiendo a esta gran virtud pública, está la Solidaridad.
Es una virtud que se expresa en la consideración que tene
mos frente a las necesidades, conflictos y demandas de quie
nes nos rodean. La persona solidaria es capaz de dejar a un
lado sus intereses particulares para actuar movida por la
necesidad de alcanzar beneficios colectivos.

En el siglo XXI vivimos una etapa de acelerado crecimiento en materia de avances cientificos y tecnológicos. Esto, nos hace cercano lo lejano y distante lo próximo. Conocemos más del mundo contemporáneo, pero igual vivimos totalmente ajenos a las problemáticas agudas del vecino de nuestro barrio o de nuestra pequeña comunidad.

Cultivar la solidaridad y la tolerancia son los presupuestos de la convivencia pacífica y del crecimiento espiritual de las personas. Por tanto, como virtudes públicas, tal como las llamara Victoria Camps la filósofa española, emergen del pasado y se sitúa como un faro superior al Faro de la ilustración en el siglo XVIII.